Es Mercadal siempre ha sido y es lugar de paso obligado. No solo por sus propios atractivos, sino también por ser intersección de las principales arterias de la red viaria de la isla.
Pasea por las calles del casco urbano y descubre el monumental aljibe de recogida de agua de la época británica; sube la escalinata hasta la iglesia de Sant Martí; y visita la antigua herrería y un pequeño molino de harina que hoy son testimonio del pasado agrícola de la localidad.
Sube a la cima del Monte Toro para poder contemplar una gran extensión de la isla y su perfil costero. Pon rumbo al norte para conocer el pueblo de Fornells y su atractivo puerto de pescadores o contemplar el inmenso horizonte desde el faro de Cavalleria que se levanta en lo alto del acantilado más imponente de toda la isla. Muy cerca te queda la playa de Cavalleria que, junto a cala Pregonda, forman el dúo de playas vírgenes más top de la costa norte menorquina.
Tienes a tu alcance el Camí de Cavalls para practicar senderismo o excursiones a caballo. Las carreteras al sur, al esto y al oeste, te abrirán paso a otros muchos lugares con encanto de una isla pequeña como Menorca que esconde un vasto paraíso.
Durante tu estancia en m - 27, todos tus sentidos captarán el pulso y la vida del pueblo de Es Mercadal. El aroma de las pastas y productos típicos de repostería que elaboran los numerosos hornos de la zona. El sabor del queso con denominación de origen Mahón-Menorca, los embutidos, y los platos de la gastronomía insular que podrás degustar en los muchos restaurantes que encontrarás junto al hotel y en todo el municipio. El tacto de los productos artesanales que podrás comprar en las tiendas locales o en el Centro Artesanal de Menorca. El sonido de la tranquilidad pero también el ambiente del gentío que disfruta de la vida en la calle en la época estival e incluso el bullicio que se vive durante las fiestas patronales que se celebran a principios de julio.